Siento no ser meteoróloga, no me da la vida para tanto. PERO os he preparado varios looks que quizás os ayuden a enfrentaros a la temible maleta.
Teniendo en cuenta que la gente intenta irse de vacaciones a sitios soleados para empezar a coger color y no parecer acelgas el primer día de playa (esto lo digo por mi, claro). He elegido dos prendas para crear dos looks diferentes con cada una.
Regla numero uno, los fondos de armario son necesarios. El otro día estuve conociendo la nueva colección de Uterqüe Codes. Y me encantó la idea de que la firma tuviese una sección de básicos, que se repitan pese a las tendencias.
En mi opinión, alguien con personalidad, con estilo propio, es aquel que sabe vestir con básicos, y sabe fundirlos con las tendencias actuales.
Teniendo en cuenta que mi definición de básico es atemporal, algunas de mis prendas serían las siguientes:
Una camisa blanca oversize, unos pantalones de cuero negros, un little black dress (también uno blanco), una camiseta de lino, un capazo, una camiseta de rayas…etc.
La camisa de satén
La camisa de satén o de lino es una prenda que se amolda a la perfección. Puedes llevarla tanto para una cena bajo un traje de dos piezas, como con un pantalón más casual para un paseo al borde de la playa, o abierta por encima del bikini.
A cualquier de estos dos looks le podemos añadir un trench (esencial para esta temporada) o un jersey básico atado a la cintura.
Y para las que se van a algún sitio algo más fresco…
El pantalón blanco
Los looks marineros nunca fallan. Los pantalones blancos, un básico repetido en mi armario en todos los modelos (pitillo, recto, palazzo…), son más fáciles de combinar de lo que creéis.
Estos en concreto, holgados y tobilleros, sientan de maravilla (os lo digo con tanta certeza porque los tengo).
Pequeño tip sobre este look.
Siempre puedes utilizar el cardigan por su función original, pero si lo utilizas como top, además de ser más contemporáneo, le darás un toque más provocativo al look. Por no hablar de ese pequeño hueco que estarás ganando en la maleta (por si te quieres traer un tapper con la comida de tu abuela).
No se si este post os será de mucha ayuda a la hora de dejar de lado esos “por si acasos”, solo espero que volváis con el lumbar en su sitio.
¡Feliz Semana Santa!