Hacía tiempo que no viajaba con mi padre, y verle feliz me emociona. Las próximas 48 horas las vamos a pasar juntos conociendo las novedades de Audemars Piguet, cenando con el equipo que lleva la marca en España, y conociendo la manufactura en Le Brassus.
No solo tuvimos la oportunidad de ver las novedades de la alta relojería de Audemars Piguet, sino también de marcas como Cartier, IWC, o Richar Mille entre otras.
Me enamoré perdidamente del modelo Millenary de Audemars Piguet
Tras un largo baño y una copa de vino tinto con algunos de los invitados frente a la chimenea del salón principal, nos dirigimos a cenar al Hotel La Reserve.
La cena no pudo ser más divertida, de lo mucho que me reí, mi servilleta parecía directamente una toallita desmaquillante.
Al día siguiente, tras un largo desayuno con vistas a las pistas de golf, empezamos la subida a la manufactura de Audemars Piguet. A cada metro de montaña, la nieve era más y más abundante. Vamos, que eso era Narnia. Y yo no hacía más que preguntarme “¿Pero de verdad que hay gente que vive aquí todo el año? ¿Por qué está la manufactura aquí arriba, en medio de la nada?’’ ‘’Por eso mismo, porque no hay nada’’ me contestaron los trabajadores de la fábrica.
Luego nos explicaron que antiguamente en invierno los agricultores no tenían nada que hacer (obviamente pensé yo), por lo que empezaron a construir relojes, que luego vendían en la ciudad (un hobby de lo más corriente, vamos como quien juega al parchís).
Conocer a los artesanos detrás de estas obras de arte (no exagero cuando lo defino así), ha sido una de las experiencias más bonitas que he vivido. Aunque no te interesen los relojes, vivir de cerca la creación de una de estas piezas es mágico.
Algunos de los relojes que vimos se componen de más de 400 piezas, y vimos todas y cada una de las piezas que utilizan (¡algunas tan pequeñas como un grano de arena!).
Una vez hechas todas las piezas, antes de ensamblarlas se decoraban, mostrándonos el antes y el después, y cómo las piezas del “antes” se podrían ensamblar perfectamente, pues la decoración no afecta al movimiento.
En lo que parece un simple armario (es todo fachada, realmente es una cámara acorazada), se guardan las cajas históricas donde se encuentran los relojes “veteranos” de la marca y de otros desaparecidos que son restaurados. En ellas se encuentra el reloj en cuestión desarmado, con todas las piezas, y con el historial completo, dónde consta lo realizado en el reloj, el tiempo empleado, hasta donde alcanzó el trabajo y los distintos maestros intervinientes.
Así, si un reloj necesita una pieza de recambio, siempre hay un modelo al cual el maestro relojero acude para copiar una de las piezas faltantes o rotas. Cuando acaba el trabajo, vuelve a dejar la pieza “original” en su caja. Con este sistema nunca faltan piezas.
Después de comer frente al lago, el equipo de AP nos enseñó la parte de la manufactura más reciente, allí donde crean las complicaciones relojeras. ¿Eso qué es?
Como el nombre indica, son los relojes más complejos. Es todo aquello que se le añade a la hora, como es el tourbillon, el calendario perpetuo, el cronógrafo, la alarma, las fases lunares, etc.
Le pregunté a uno de ellos si no le daba pena entregar su creación al final de todo el proceso, y efectivamente, me contestó que cada reloj que había creado era como un hijo para él.
Me quedé con ganas de saber más sobre el mundo de los relojes. Y es que ya me avisaron, cuanto más te adentras, más quieres saber.
Maravillosa familia, doy fe
Maravilloso viaje y maravillosa compañía!!! Gracias X compartir estos momentos y experiencias!
Maravillosos dos días con mi niña. Tu padre que te quiere. Habrá que repetir!!!
Besos